Quiero compartir algunas cosas e ideas sueltas en relación con la lectura de “La fenomenología del conocer”
Voy a hablar como me vinieron las ideas, por eso van a encontrar experiencia con explicación, lógica con emoción, etc.
Maturana: Un genio, pero un tipo muy denso, habla con un lenguaje todo enrevesado, a mi juicio demasiado académico (tal vez porque se trata de una conferencia para un público académico, pero igual), tanto que llegó a molestarme la lectura, estoy seguro que debe haber una forma mas fácil de decir las cosas, en algunos momentos pensé que no quería ser entendido si no confundir y confundir y confundir, llegué a pensar que lo hacía a propósito.
Pero después de la lectura número tres (3) entendí mas o menos la cosa y sencillamente lo considero fascinante, la lectura se me pareció a esas películas donde sucede algo en toda la trama que se resuelve al final y cuando la ves por segunda vez la disfrutas mas (porque la entiendes)
Me agradó (tal vez porque lo he experimentado) esa idea de la colaboración en lugar de la competencia, creo que se la pasa mejor uno de esa manera, en el mundo profesional y empresarial sucede lo contrario, pero cada vez mas está cambiando esa idea, algunas empresas pequeñas hemos entendido que para sobrevivir en los mercados actuales tan desiguales debemos colaborar, pero todavía hay que tener cuidado, porque la ética no es aun parte de nuestros valores, por eso a veces empresas y personas con las que tu crees tener una relación de colaboración intentan sacarte del juego o sencillamente te arrastran a situaciones en las cuales debes echar mano de todos tus recursos para superar (eso también lo he experimentado)
El mundo actual nos obliga y nos empuja a la competencia, tan es así que estableces relaciones con gente con la que puedas competir de alguna manera y vives comparando, midiendo, exigiendo, pescando, leyendo esto me he dado cuenta que termina uno estresado porque aprende que así “son” las cosas, así “es” el mundo, pues NO, creo que debemos tener paz para poder ser productivos, pero no es fácil, es como darte cuenta después de muchos años que tus valores fundamentales te están destruyendo y tienes que cambiarlos ¡¡¡COÑO!!! ¿cómo se hace? Si lo que tu sabes hacer es eso; da miedo, pero como dijo Ivonne ya me jodí porque me di cuenta, ya no estoy en mi zona de confort, ahora tengo que resolver
Por otro lado, también mientras leía pensé en mis compañeros, todos educadores, y a los cuales respeto y reconozco su legitimidad, pero quiero hablar de mi y de mis juicios, en mi historia de interacciones con educadores he conseguido a personas muy comprometidas con su rol de responsables del aprendizaje de otros, pero poco comprometidos con su rol de socios de ese aprendizaje, pongo como ejemplo una persona que asistió a un curso de educación en valores para “enseñar” a sus alumnos en el aula y por lo tanto sólo va a buscar técnicas, dinámicas, actividades, juegos, etc. (esas cosas que se dan en los talleres de facilitadores) resulta que luego de la exposición de uno de sus compañeros de curso (de educación en valores) comienza a emitir juicios como si fueran afirmaciones y con una total arrogancia hacia la actuación de su compañero, ¡que bien! bonito ejemplo para enseñar a sus alumnos el valor del respeto ¿verdad? Como guinda de este cuento un detalle, esta persona irrespetuosa y arrogante era religiosa (monja) vestidita con su hábito y todo (aclaro esto no lo experimenté, fui testigo)
Por que digo esto, porque he percibido que muchos educadores (y lo vimos en el encuentro) hablan de teorías, métodos, filosofía, “deber ser” de las cosas, como demostrando amplio conocimiento, como si necesitaran validarse o reafirmarse como “maestros” ante los demás y yo como no soy educador, los veo impermeables, creo que es un mecanismo de defensa: “andar siempre desde la explicación para no conseguirme conmigo mismo en la experiencia”
Consistentemente con este antecedente que les estoy planteando, tengo una petición para mi grupo de estudio, por favor, no nos quedemos en lo “académico” (que además con estas lecturas sería muy fácil), no hagamos retórica, eso es un cuento para creernos inteligentes entre inteligentes, yo les pido que hablemos de temas profundos, entremos en aguas profundas, que si nos perdemos o nos confundimos para eso están los coaches (creo)
No le comamos todo el cuento a Maturana o a los otros autores, ellos son autoridades sólo porque nosotros queremos darles autoridad, cuestionemos las lecturas, hagamos de nuestras conversaciones algo enriquecedor, no una simple reunión de amigos para hablar de cosas triviales, a mi no me importa saber si es constructivismo, conductismo, platón, etc., lo que quiero es conocerme y conocerlos.